" Desde hace siglos, las veintidos letras del alfabeto hebraico son para los kabalistas un sujeto inagotable de estudios y de reflexiones, porque no ven en ellas simples letras sino fuerzas, elementos de combinación por los cuales Dios creó el universo. Para ellos cada letra está viva, la forma que se le consagra correspondiente a una realidad en los planos sutiles, sea una fuerza o una entidad. Es por eso que tratan de profundizar en las correspondencias que existen entre sus formas y las fuerzas de arriba, y se esfuerzan por comprender su manejo con el fin de establecer un lazo entre la tierra y el cielo".                                                                   

Omraam Mikhaël Aïvanhov